Desde el montículo donde se ubica la ermita de Santa Juliana, podemos observar este típico y bonito pueblo segoviano. Su iglesia y torrerománica y, al fondo, en la cercana lejanía, el comienzo de esta bonita Tierra de Pinares, con sus oscuros verdes de las hojas de los pinos, flanqueados por los claros arenosos.
Fiden.