Cárcel
La cárcel de
Pedraza está situada en lo que en un principio fue una
torre vigía en el lugar donde se encuentra la
puerta de la villa. En ella vivía el carcelero y había varias salas anexas donde malvivían los presos. Para los delincuentes comunes, normalmente ladrones, existían dos celdas hechas de madera de 3x3 metros por las que apenas entraba la luz y en las que podían estar prisioneros hasta quince personas durante varios días.
Para los delitos de sangre se reservaba un destino más cruel, pues los presos eran arrojados individualmente a una habitación inferior, lo que provocaba de forma frecuente lesiones o roturas en piernas y tobillos, con lo que se reducía casi a cero la posibilidad de fuga. El preso fallecía a los pocos días, y como el carcelero tenía que llamar al verdugo de
Segovia y pagarle para que se llevase el cadáver, al siguiente preso que arrojaba a dicho habitáculo le daban una cesta y era él mismo el encargado de recogerlo y dárselo al carcelero, quien lo vendía como abono para las tierras.
Los demás presos, eran arrojados a otra habitación por una trampilla, lo que también provocaba roturas de miembros. Aparte del castigo físico que suponía una caída desde varios metros, los criminales sufrían el tormento de habitar en una estancia especialmente diseñada para que los excrementos de los presos de los pisos superiores fueran evacuados en ella. Todo ello producía una lenta agonía en el preso hasta que moría
fruto de las heridas o de infecciones.
Existía otra habitación para los presos preventivos, en la que de día estaban sueltos pero que al llegar la
noche y por seguridad del carcelero, que vivía allí en la cárcel, se les echaba en una tabla de madera con los pies sujetos en un cepo y la cabeza enganchada con un grillete a la pared o los colocaba de pie sobre la pared y les ponía un grillete sujetándoles la cabeza, según la crueldad del carcelero, a la altura del preso o a una altura más elevada para que el preso pasara la noche de puntillas. La cárcel fue restaurada en el siglo xx y se conserva como
museo, mostrando lo que era una cárcel
medieval.