Como me gustan los atardeceres
Las torres tienen su encanto
¿Cual es la historia de la ermita?
De paz y de armonía
amainando temporal y virajes,
está como el primer día,
la ermita y sus anclajes
dominando sobre el cerro, el paisaje
Hay dos valles, dos puentes,
bajos y altos donde corre la frisa
y un cielo reluciente
que reverbera e irisa
la ciudad y termino de Balisa.
Es la nostalgia parte
del vaivén incesante, colectivo
inconsciente que late
como anhelo afectivo,
filogénesis de los seres vivos.

El Otero es lugar
central del escenario de la historia,
espacio a jalonar
el silencio de vida intrahistoria, ... (ver texto completo)
Es en agosto cuando el sol más luce
y álgida la campiña segoviana,
todo el Otero se enciende en llamas
y su ardor virginal nos seduce.

Es la fiesta de la madre más dulce,
la más querida, la que mejor ama,
es su día grande y a todos nos llama
y allá donde estemos nos conduce
... (ver texto completo)
EN TORNO A BALISA

Vine a llenar el alma
de este encanto especial
que se siente desde la roca
más característica del lugar.
No hay llenado como el materno,
caleidoscopio que mejor mide y ve,
eclipsado por un pulso natural
bajo el cielo surcado por águilas ... (ver texto completo)
Javier García, tiene una página en internet donde presenta un trabajo y en su página 9 puede leerse: “Este año 2013, se cumple el 25 Aniversario desde que la Comunidad de la Ciudad y Tierra de Segovia, realizó la entrega de estas piedras en 1988 a los pueblos asociados a un Sexmo.
Según el pensamiento de algunos miembros de la institución, estas piedras simbolizan a la Ciudad de Segovia. Unas piedras de granito rosa, talladas por manos de canteros experimentados que dieron una forma de canal a estos ... (ver texto completo)
EL CORAZÓN DE BRONCE
De José Antonio Abella, autor de este poema que sigue y del monumento a la Trashumancia en unas de las rotondas de Segovia.

Somos hijos de héroes que nunca conocieron
su condición de héroes. De hombres que escribían
epopeyas anónimas. De sencillos pastores
que cruzaban montañas con pasos de gigante.
De ellos descendemos. Par3cían de bronce
pero eran de carne, de la materia terca
del dolor y los sueños. Sentían la fatiga, ... (ver texto completo)
Soñé con la poesía y vi Balisa,
pensé podía estar ebrio de inconsciencia,
respire hondo y fui a la adolescencia,
emergió una luz y una sonrisa

esa luz me cegó y me ahogué en su brisa,
vi el Botón, descerrajé la ciencia,
¿cómo un vegetal con tanta carencia
puede en la roca vivir, quién le guisa
... (ver texto completo)
Montaña abajo rueda
el paisaje entre peñascos y lomas;
a la ribera vuelan
al agua, las palomas.
Es la campiña y a Balisa te asomas.
Como un faro, el Otero
nos indica la visión amplia y abierta
que de Balisa entero,
al extraño despierta
tal símbolo y su realidad cierta.
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