Así, la intervención arqueológica llevada a cabo a finales del año 2003, tanto en el interior del templo (5 sondeos), como en el exterior del edificio (3sondeos) permitió identificar varias fases constructivas anteriores a la edificación románica. Dichas evidencias se localizan, sobre todo, en el interiordel templo, en la zona de contacto entre el crucero y el ábside, encontrándoselas mismas bastante afectadas por la intensa utilización funeraria de todo esteespacio hasta bien avanzado el siglo XIX. En efecto, tal y como consta en elInforme Técnico de referencia “en la unidad de excavación 1 ha sido posibleconstatar la existencia de estructuras previas a la construcción de la cabecerarománica, constituidas por la asociación de un muro de piedra, otro de adobesy varios pavimentos, todos ellos afectados en su desarrollo por lascimentaciones del pilar triunfal del absidiolo no, que cortan claramente dichasunidades” (…) (Palomino y Morales, 2004: 35), destacando entre los escasosmateriales arqueológicos aparecidos en este sondeos “varios fragmentos decerámica bruñida que podrían corresponder a una jarrita piriforme, recordandosu tipología y tratamiento a modelos documentados en época visigoda”...