Don. Fabián:
Don Fabián, fue un sacerdote que atendió la parroquia de Raparieos durante muchos años, era una persona muy respetada en el pueblo en aquellos años y, yo creo, que a la mayoría de la gente les caía bien, aunque los chavales teníamos que andar con cuidado con él, porque si nos pillaba haciendo alguna trastada o diciendo alguna palabra mal sonante, nos llamaba y enseguida nos daba dos cogotones, como aquí se decía, detrás de las orejas, si cogotones, lo que ahora se entiende por collejas y al mismo tiempo nos decía, morral, que eres un morral.
Don Fabián, fue un sacerdote que atendió la parroquia de Raparieos durante muchos años, era una persona muy respetada en el pueblo en aquellos años y, yo creo, que a la mayoría de la gente les caía bien, aunque los chavales teníamos que andar con cuidado con él, porque si nos pillaba haciendo alguna trastada o diciendo alguna palabra mal sonante, nos llamaba y enseguida nos daba dos cogotones, como aquí se decía, detrás de las orejas, si cogotones, lo que ahora se entiende por collejas y al mismo tiempo nos decía, morral, que eres un morral.