Te lo digo delante del fugo que imagino. Te lo digo y quiero que me entiendas. Que me enciendas para poder ver Lo Que dices me profesas. ¿Entiendes? Enciende ese tronco de encina hasta nos llene su resplandor. En silencio te hablo con las manos, con los ojos, con la
danza, con esperanza. Lo verás luego. También con pavor y temblor te hablo. Me ha sobrevenido lo que más temía. Al comienzo de la
hoguera estoy llegando, la hoguera que tu avivaste. Mas la finalidad es que empecemos el mutuo entendimiento
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