Ofertas de luz y gas

SACRAMENIA: Era un cocinero tan feo, pero tan feo, que hacía llorar...

Sigo con mis chistes, por si alguien los lee y al menos se sonrie:

Entra un ladron a robar un banco llevaba un gato en la mano y dice:
¡Manos arriba o aprieto el gatillo!

Era un cocinero tan feo, pero tan feo, que hacía llorar a las cebollas.