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SANTIUSTE DE SAN JUAN BAUTISTA: ANPB, satisfecha con las modificaciones introducidas...

ANPB, satisfecha con las modificaciones introducidas en el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de CyL
El texto se encuentra en vigor desde hace cuatro semanas

VALLADOLID, 10 (EUROPA PRESS)

La Asociación Nacional para la Protección y Bienestar de los Animales (ANPBA) expresó hoy su satisfacción con motivo de las modificaciones introducidas en el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla y León gracias

Las modificaciones parten de la aprobación del Decreto 41/2005 que entró en vigor el pasado día 2 de junio y ANPBA, como así ha indicado a través de un escrito
Remitido al director general de Protección Civil e Interior, Luis Aznar, considera un acierto la disposición que tan sólo permite portar picas en encierros a caballo al "personal de control" (el director de campo, los colaboradores voluntarios y personal de organización), no así a los participantes voluntarios activos.

Con tal medida, en opinión del colectivo ecologista, las reses salen beneficiadas ya que hasta ahora cualquier caballista podía acercarse al animal temerariamente en la seguridad de que una buena pica podría disuadir al toro de una acometida peligrosa. "Por ello, a partir de ahora las reses se van a ahorrar grandes dosis de malos tratos", se felicita ANPBA a través de un comunicado recogido por Europa Press.

Tampoco se permitirá en los encierros taurinos y en las sueltas de vaquillas que la gente porte palos, ya que el Decreto 41/2005 no sólo prohíbe las garrochas a los caballistas sino también cualesquier objeto o útil que pueda dañar a los animales."¡Cuántas veces ha sido testigo ANPBA (con vídeos) de cómo las reses son apaleadas por el público cuando se acercan a los burladeros!".

BENEFICIO TAMBIEN PARA LOS CABALLOS

Además, el colectivo apunta que la nueva reforma irá también en beneficio de los caballos participantes en los encierros, ya que obligará a los caballistas a practicar la prudencia y a no arrimarse a los astados.

Antes de la reforma, "por la confianza y/o bravuconería de no pocos caballistas, seguros de poder controlar situaciones de peligro mediante la garrocha, muchos caballos han sido heridos y, en algunos casos, muertos por cornada", denunció ANPBA en referencia a episodios ocurridos el 31 de agosto de 2004 en Cuéllar, donde un caballo tuvo que ser sacrificado tras ser corneado; el registrado el 5 de septiembre de 2004 en Cañizal (Zamora), donde cuatro caballos resultaron heridos y uno de ellos murió, o la cornada que recibió otro equino en el 'Toro de la Vega' del 14 de septiembre de 2004.

La organización ecologista valoró también de forma positiva la reintroducción de la figura del 'delegado gubernativo', ya que las policías municipales pueden verse más coaccionadas a la hora de tener que presentar denuncias por aspectos antirreglamentarios ocurridos en los festejos al ser "juez y parte". El delegado gubernativo, por contra, ofrecerá mayores garantías respecto a la integridad de los animales obligados a participar en estos espectáculos.

ASPECTOS NEGATIVOS

En el lado negativo, ANPBA situó el hecho de que los encierros y sueltas de vaquillas siguen sin control de tiempo, mientras que en otras comunidades autónomas como Madrid los encierros están restringidos a un recorrido máximo en longitud y tiempo, que son de 1000 metros y, excepcionalmente, 1.500 metros y en las sueltas de vaquillas el tiempo máximo de permanencia de los animales en la plaza es de 15 minutos.

Esto, según el colectivo, permite una mayor protección de las reses tanto del cansancio como del maltrato, algo que en Castilla y León "siendo una asignatura pendiente" y ha dado lugar a situaciones de colapsos de los animales como la ocurrida el 12 de junio en el Barrio de La Flecha de El Arroyo de la Encomienda (Valladolid). El animal, después de casi dos horas de encierro, reventado se echó al suelo y no se levantó. La organización tuvo que recogerlo con una pala.

Ante ello, el presidente de ANPBA, Alfonso Chillerón, declaró que las modificaciones "suponen una mejora en la protección de las personas, las reses y de los caballos, si bien aún queda un largo trecho por andar ya que estos espectáculos siguen siendo intrínsecamente violentos con los animales".