Sirvió de
parroquia a
Zamarramala. Su construcción se atribuye a los Templarios, pero parece más cierto que fuese levantada por la Orden del
Santo Sepulcro, porque la
iglesia se llamaba entonces del Santo Sepulcro.
Los Caballeros de la Soberana Orden
Militar y Hospitalaria de
San Juan de Jerusalén celebran frecuentemente en ella sus oficios y funciones religiosas.