A este lugar junto al hoyo de la peña, nos traían de niños las maestras correspondientes, por el
camino de Castro, cantando la cara al sol y
Montañas nevadas,
banderas al viento, No llega ni al Kit. Pero a nosotros nos parecía lejísimos, pues ya no se veía el
pueblo y fíjate si te referían algo de lobos, en estas
rocas planas nos sentábamos a cantar,
comer bocadillos, almendrucos,
nueces etc. bueno era algo fuera de lo común.