Simpatía por un pueblo y por unas gentes que no conozco y que deben de ser especiales.
Solo he pasado un par de ratos en este maravilloso lugar y pocos días son los que no me acuerdo de él.
Viviendo en Galapagar, a menos de 40 km. De Valdeprados y en la misma sierra pero en la ladera contraria, de la sierra del Guadarrama, las cosas no pueden ser más diferentes. Aquí, con una oferta como la realizada en Valdeprados, el alcalde y a la vez concejal de urbanismo (el ya archifamoso padre del excelente torero José Tomas)te vende la iglesía, el consisitorio y hasta el cementerio (Galapagar salio en unas estadísticas Europeas como el pueblo con más barreras arquitectónicas de España, no es dificil imaginar el porque)
Ante el semejante panorama, es muy comprensible sentir simpatia por gentes que han tenido el valor de negarse a una barbaridad -seguro que muy rentable- como la que les proponían.
Heroicidad practicamente anonima. No puedo por menos que sentir envidia.
Seguiremos paseando por ese magnifico pueblo, con la esperanza de que algún día, haya un cartel en el bar, en donde ofrezcan una casita o pajar que pudiesemos restaurar sin que desentonase del resto. Pocos sitios más agradables conozco que este para estar -y tratar de ser-
Felicidades a todos y cada uno de los que se opusieron, y a los que no, aquí dejo mi dirección por si alguno quiere cambiar de aires y venderme su casa.
Javier 020257@telefonica.net.
Solo he pasado un par de ratos en este maravilloso lugar y pocos días son los que no me acuerdo de él.
Viviendo en Galapagar, a menos de 40 km. De Valdeprados y en la misma sierra pero en la ladera contraria, de la sierra del Guadarrama, las cosas no pueden ser más diferentes. Aquí, con una oferta como la realizada en Valdeprados, el alcalde y a la vez concejal de urbanismo (el ya archifamoso padre del excelente torero José Tomas)te vende la iglesía, el consisitorio y hasta el cementerio (Galapagar salio en unas estadísticas Europeas como el pueblo con más barreras arquitectónicas de España, no es dificil imaginar el porque)
Ante el semejante panorama, es muy comprensible sentir simpatia por gentes que han tenido el valor de negarse a una barbaridad -seguro que muy rentable- como la que les proponían.
Heroicidad practicamente anonima. No puedo por menos que sentir envidia.
Seguiremos paseando por ese magnifico pueblo, con la esperanza de que algún día, haya un cartel en el bar, en donde ofrezcan una casita o pajar que pudiesemos restaurar sin que desentonase del resto. Pocos sitios más agradables conozco que este para estar -y tratar de ser-
Felicidades a todos y cada uno de los que se opusieron, y a los que no, aquí dejo mi dirección por si alguno quiere cambiar de aires y venderme su casa.
Javier 020257@telefonica.net.