ALMOROX: Es de suma relevancia comprender que las modas, tiempos,...

Es de suma relevancia comprender que las modas, tiempos, personas y gobernantes cambian. En una villa como Almorox, aún más. En algunos lugares este cambio no se aprecia absolutamente en nada pero en Almorox existe una cegación total y peligrosa por la política, que nos está llevando a la humillación más indignante posible en toda la comarca.

Los jóvenes, muy hartos de todo esto, son los más perjudicados de toda esta historia política absurda. Los mayores, en cambio, tienen un futuro resuelto en su hogar, calle vecinal y localidad. Nadie les va a cambiar, la política no les afecta, la hipoteca tampoco y el sufrimiento de los jóvenes que tienen que luchar por encontrar un trabajo más o menos estable, próspero y que les llenen no les toca ni por asomo.

La política no les soluciona el problema de la vivienda, básico en la España actual y en Almorox con el precio de parcelas y terrenos muy por encima de su verdadero valor. Antiguamente se hacían casas propias y bajas en todo el pueblo y para todos los jóvenes que contraían matrimonio. Ahora ha llegado el momento de pisos de 80 metros sin garaje muchos de ellos. ¿Todo ello por qué? Está muy claro, el nivel de vida sube y los sueldos congelados, el trabajo en Almorox es escaso en muchas especialidades y los más jóvenes pagan el pato.

Es imposible que las personas gasten y consuman en la cantidad en lo que lo hacían antes; pescadería, carnicerías y demás comercios lo están notando. Menos mujeres casadas, menos gasto y los jóvenes no pueden permitirse el lujo de gastar ni en bienes necesarios y menos en innecesarios o sustituibles por otros como puede ser los pubs, discoteca y salidas a cenar.

Aún entendiendo que en el pueblo está llegando un grupo o varios de personas que no son de nuestro agrado, y eso lo pienso y lo digo como otros también lo pensáis, tampoco ha servido para que la economía y el apartado social suba como la espuma y sí ha producido un estancamiento muy relevante.

Nos toca arrimar el hombro, corazón y tragarnos el orgullo. En caso contrario, nuestras quejas, lamentos, quebrantos serán un sin sentido atronador y los que gobiernan, mayores y poderosos de la villa de Almorox seguirán consiguiendo que todo siga igual, todo más difícil para los que en realidad siguen manteniendo vivo el pueblo, y esos no son otros que "los jóvenes".