Es parte nuestra, de los que nacieron y pasamos allí nuestra infancia, esos recuerdos nunca se borrarán de nuestra mente, no concibo una infancia sin esos veraneos en Caleruela. Lo mejor de todo es que nada ha cambiado desde entonces, sigue teniendo el mismo encanto y sigue siendo muy acogedor debido a la maravillosa gente que hay. Un saludo a esas peñas, a todas las peñas.