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Los locales de ocio nocturno son tan indispensables como cualquier otra actividad social. En lo últimos años hay quien se ha aprovechado de esta vida nocturna para sacar partido a las ventas ilegales de drogas, enganchando con estas sustancias a cuantos jóvenes inexpertos y curiosos se acercaban por los locales que ofrecían la diversión en esta franja horaria.
Como bien dice el refrán: "Pagar justos por pecadores" pero no ha sido medida suficiente para acabar con el problema, es más, me atrevería a decir que lo único que se ha conseguido ha sido aumentar el consumo, provocado por el aburrimiento debido a la ausencia de otras alternativas de Ocio.
No podemos seguir con la venda en los ojos. Nuestros hijos, hermanos, primos, vecinos, amigos... Necesitan del diálogo, necesitan la comprensión y la confianza de todos. Y digo TODOS, porque somo todos los que estamos implicados en solventar esta situación. No vale con decir que.. "son jóvenes...", "deben experimentar nuevas experiencias...", "ya serán mayores...". Lo que está ocurriendo o, mejor dicho, de la forma que está ocurriendo es totalmente innovadora, nunca antes se había extendido tanto esta mancha de enganche a las drogas. Mientras que estas personas creemos que están entretenidos en la casa del abuelo, que ya no vive allí o en la sede de la peña abandonada, con los amigos jugando al parchis, la consola, etc., realmente debemos conocer qué es lo que están haciendo, porque no estará muy lejos de la infección que nuestro pueblo está sufriendo.
Y tampoco sirve decir que esto pasa en otros pueblos, que es a nivel general en el país o en el mundo. No, no valen las excusas. Hay que implantar soluciones y medidas urgentes.
Quizás muchos tomen este mensaje como una exaltación de una persona no acostumbrada a ver estas situaciones. Nada más lejos de la realidad. Soy joven y he estado muy acostumbrado a ver estas y otras situaciones. Por eso, me creo con el derecho de expresar en estas líneas la realidad que la vida de nuestros jovenes padece en la actualidad, a la vez que me creo en la obligación de tomar la iniciativa de poner soluciones.
Como bien dice el refrán: "Pagar justos por pecadores" pero no ha sido medida suficiente para acabar con el problema, es más, me atrevería a decir que lo único que se ha conseguido ha sido aumentar el consumo, provocado por el aburrimiento debido a la ausencia de otras alternativas de Ocio.
No podemos seguir con la venda en los ojos. Nuestros hijos, hermanos, primos, vecinos, amigos... Necesitan del diálogo, necesitan la comprensión y la confianza de todos. Y digo TODOS, porque somo todos los que estamos implicados en solventar esta situación. No vale con decir que.. "son jóvenes...", "deben experimentar nuevas experiencias...", "ya serán mayores...". Lo que está ocurriendo o, mejor dicho, de la forma que está ocurriendo es totalmente innovadora, nunca antes se había extendido tanto esta mancha de enganche a las drogas. Mientras que estas personas creemos que están entretenidos en la casa del abuelo, que ya no vive allí o en la sede de la peña abandonada, con los amigos jugando al parchis, la consola, etc., realmente debemos conocer qué es lo que están haciendo, porque no estará muy lejos de la infección que nuestro pueblo está sufriendo.
Y tampoco sirve decir que esto pasa en otros pueblos, que es a nivel general en el país o en el mundo. No, no valen las excusas. Hay que implantar soluciones y medidas urgentes.
Quizás muchos tomen este mensaje como una exaltación de una persona no acostumbrada a ver estas situaciones. Nada más lejos de la realidad. Soy joven y he estado muy acostumbrado a ver estas y otras situaciones. Por eso, me creo con el derecho de expresar en estas líneas la realidad que la vida de nuestros jovenes padece en la actualidad, a la vez que me creo en la obligación de tomar la iniciativa de poner soluciones.