Cuanto silencio encierra tus encaladas murallas, cuanto amor eterno en tus tumbas se guarda, cuanta sabiduria en tu tierra descansa, cuantas veces camino hacia tus puertas frias y busco consejo al pie de la madre mia, golpeo con fuerza en el granito oscuro, recorren mis lagrimas siempre el mismo surco y riegan tu cuerpo, para mi siempre puro y tu alma se eleva con soplo de viento, guiando mi alma mi cuerpo y mi pensamiento, guiando mi vida al ultimo consejo, a la ultima morada, al mismo cementerio que ahora estamos viendo.