San Sebastián es un mártir cristiano. Nació en Narbona (Francia) en el año 256. Fue soldado del ejército romano y el emperador Diocleciano llegó a nombrarlo jefe de la primera cohorte de la guardia pretoriana imperial.
Al conocerse su credo, que era cristiano, fue condenado a morir asaetado. No murió en la ejecución, por lo que fue nuevamente condenado y muerto a azotes en el año 288. Su fiesta es el 20 de enero. Los cristianos que lo vieron morir tomaron su cuerpo y lo enterraron en la Vía Apia, en una catacumba que lleva el nombre de san Sebastián.
En las representaciones del primer milenario viste la clámide militar como correspondía a su cargo, y siempre imberbe. Durante el gótico, le vemos con armadura de mallas a la moda de la época, pero pronto aparece con el rico traje de los nobles palatinos de entonces y generalmente con barba. Desde ese momento es mucho más frecuente representarlo desnudo en el momento de ser asaeteado. El atributo antiguo es la corona de flores en la mano. El atributo personal, desde la Edad Media, es una saeta y el arco entre sus manos. Desde el Siglo XV los artistas han preferido presentarlo desnudo, joven e imberbe, con las manos atadas al tronco de un árbol que tiene detrás y ofreciendo su noble torso a las saetas del verdugo
[GoogleBarVIP= 2].
Al conocerse su credo, que era cristiano, fue condenado a morir asaetado. No murió en la ejecución, por lo que fue nuevamente condenado y muerto a azotes en el año 288. Su fiesta es el 20 de enero. Los cristianos que lo vieron morir tomaron su cuerpo y lo enterraron en la Vía Apia, en una catacumba que lleva el nombre de san Sebastián.
En las representaciones del primer milenario viste la clámide militar como correspondía a su cargo, y siempre imberbe. Durante el gótico, le vemos con armadura de mallas a la moda de la época, pero pronto aparece con el rico traje de los nobles palatinos de entonces y generalmente con barba. Desde ese momento es mucho más frecuente representarlo desnudo en el momento de ser asaeteado. El atributo antiguo es la corona de flores en la mano. El atributo personal, desde la Edad Media, es una saeta y el arco entre sus manos. Desde el Siglo XV los artistas han preferido presentarlo desnudo, joven e imberbe, con las manos atadas al tronco de un árbol que tiene detrás y ofreciendo su noble torso a las saetas del verdugo
[GoogleBarVIP= 2].