La construcción de pozos, aljibes y abrevaderos en el siglo XVI fue de vital importancia, ya que esta zona geográfica tiene escasas precipitaciones durante el año. Estos fueron construidos tanto dentro como fuera del pueblo, y servían para el abastecimiento tanto humano, como animal.
Los brocales de los pozos son de gran belleza y calidad de labrado; pueden tener diferentes formas, desde uno hasta cuatro ojos horadados en piedra y sostenidos por arcos de medio punto; pueden tener una o dos gradas antes de llegar al brocal. Los pozos solían tener un nombre, dependiendo del lugar donde éstos estuviesen ubicados.