Este
monumental edificio es una verdadera joya artística, de trazos solemnes, todo él de obra de sillería al más puro estilo herreriano. Ocupa una superficie de 9.000 metros cuadrados con 100 metros de
fachada. Sus
torreones, su apreciada desnudez en la decoración y el estilo que lo envuelve hacen recordar el
monasterio escurialense, por lo que se conoce a este monasterio como “el Escorial de La Mancha”. Cuenta el
convento con
claustro de dos plantas e
iglesia barroca. En su interior alberga un
museo con una valiosa colección de pinturas e imaginería de la
escuela española del siglo XVII, orfebrería,
bordados en oro, etc.