LOS CAZADORES FURTIVOS
Amanecía en todo su esplendor la mañana
en soleado y fatigoso día de siega,
y la hoz voracidad sobre la espiga despliega,
mientras la alondra matinal su canto desgrana.
Las parejas de guardias criban la tierra llana,
imbuidos de furia sorda y arrogancia ciega,
mientras el sudor bajo el tricornio el cuello riega
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LA
CAZA A PORRILLO EN
CENICIENTOS
Por ribazos, collados o en el llano
que conforman los
campos del Juncar,
nos hacíamos siempre acompañar
por las flexibles varas del manzano.
A la caza cobrábamos a mano
siguiendo de las liebres el pisar
que en la
nieve dejaban al hollar
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