Para otra paella estaba yo. Terminamos de comer y fui a coger unas uvas a la parra y se liaron las avispas con migo y no veas como me pusieron las hijas de puta. Estaba el avispero al lado de un racimo y no lo vi. Me picaron en las dos manos y en la frente. Me pincharon en urgencias pero aun tengo las manos como botas y duelen que te cagas. Seguro que tengo que pasarme a que me peguen otro leznazo en el trasero. Ahora mañana arranco la parra y la puta que la pario. Ya ablamos