Se cree que El Greco realizó en primer lugar el San Ildefonso. Después, según se halla perfectamente documentado por convenio de 18 de marzo de 1603, se encargó de la confección de los restantes cuadros y retablos. Esta última obra constituye un grandioso conjunto que simboliza "La Glorificación de María", representada por cuatro aspectos de su ser: primero, como mujer mortal, escogida para recibir la gracia de Dios (La Anunciación); segundo, como Madre de Dios, (La Natividad); tercero, como intercesora...