Después de la movida que han tenido Ayuntamiento y Obispado es complicado que se pongan de acuerdo. La iglesia es la institución que más dinero tiene en sus arcas así que si les interesa que se mantengan las iglesias en los pueblos pequeños pues que sean ellos los que pongan la pasta. Más que nada porque, aunque es un lugar público, en pleno siglo XXI cada vez va menos gente a escuchar ladrar a un cura, y menos si este es fascista.