A mí cada día me dá mas pena el tema de la iglesia.Es cierto que el ayuntamiento no es rico y tendrá sus razones , sin duda justificadas, para no entrar en el gasto de la reparación.Pero lo que de verdad sentiría es que el día menos pensado se derrumbará el edificio y el pueblo perderá uno de sus atractivos. Una antiguedad que yá no se podrá recuperar. Pienso que es un tema para la reflexión de todos.Obispado y ayuntamiento deberían sentarse a charlar e intentar solucionar el tema antes de que sea demasiado tarde.
Saludos.
Saludos.