Es un
pueblo entrañable. Tranquilo, anti-estrés, los vecinos son su mayor riqueza.
El
cielo es azul, el aire muy puro,
montes en su estado natural,
olivos, viñedos,
huertos, el
paseo es sosegado, silencioso y sólo quebrantado por el canto de los pájaros. El sueño es reparador y sumamente relajante.
Hay un
bar/
cafeteria regentado por unas personas excelentes y queridas por todas las gentes de bien. Son muy generosos y tienen una cocina de olé!!.
Visitad este pueblo si quereis huir de los
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