Yo ocupo un puesto para el que estoy sobradamente cualificado, desarrollo mi trabajo de la mejor manera posible y soy muy honrado. Por este motivo me resulta imposible plantearme nada referente a la política ya que sería el único bicho raro. No me creo más culto que nadie, y creo que nunca he dado a entender eso, pero cada uno tiene que ser lo suficientemente honesto como para conocer sus limitaciones y no ver sólo lo que va a recibir a cambio. Hablamos de puestos públicos. Si vuestras únicas argumentaciones son insultos y no razones, señal de que no hay nada que discutir. Los hechos están ahí y allá la conciencia de cada uno. Lo malo es que todos sufriremos los resultados de semejante disparate.