Ni llanuras. Ni Valles. Ni montañas... Nada de esto cuenta para mi... donde he llegado. Nunca podría haber pensado, que desde la oscuridad, vería las coas mas claras. Llegué a este mundo revuelto, exactamente igual que vosotros; completamente desnudo. Día a día y a cada instante, a esta morada mía, llegan inquilinos, con quienes comentar miserias terrenales. Los hay con tos aprendido, entre aquellos, que no han salido de la ignorancia.... Hay multitud de pillos: lo interesante es que se dan en todas ... (ver texto completo)