Era
pueblo de segadores, olivareros y ganaderos hasta más de la mitad del siglo XX.
Algo de vendimia y mucho cereal.
Progresivamente se ha ido abandonando el
campo, y actualmente solo quedan unas pocas
huertas, en las que sobre todo se cultivan coliflores, zanahorias y cebollas.
En las
fiestas del
Cristo en la
Cruz de mayo, se engalanaba con romero un
arco como palio para la imagen del Cristo, en su
ermita, en la
plaza y en la
iglesia,
costumbre que continua a día de hoy.
También se encendían velas por toda la
cúpula de la iglesia para iluminar en días tan señalados.
Se plantaba un chopo grande en la plaza, al que se llamaba mayo, y al que trepaban los mozos, aunque esta costumbre hace poco ha desaparecido.
Era costumbre también por el
Corpus que los mozos que entraban en quinta, engalanaran las
calles del pueblo por donde iba a pasar la custodia, con ramas traídas de los
árboles del
río, y también en las
puertas y
ventanas de sus novias o a quien pretendían.
Esto se llamaba la "enrramá ".
Los
encierros siempre han sido muy importantes, en las fiestas de mayo se conducían los
toros desde el río hasta el pueblo con los
caballos, entrando por cualquiera de las calles del pueblo hasta llegar a la plaza que se hacía con
carros.
Las mozas cantaban canciones populares para acompañar los encierros, hay muchas de ellas, pero todas tenían un denominador común... al terminar cada canción siempre se decía.... ayayayayayayayyyyy... queriendo asemejar los gritos por alguna cogida o enganche a los mozos que saltaban a la plaza.
Era costumbre también asistir a la
feria de
Illescas, a primeros de septiembre... la siega había acabado, y todo el mundo acudía en carros y
carretas cantando todo el
camino.
Sigue manteniéndose la costumbre de limpiar el
cementerio y las sepulturas al llegar los
Santos. Es muy importante como signo de respeto y acompañamiento de los familiares muertos, limpiar todo a conciencia y poner muchas
flores y centros, desde tiempo inmemorial. Se celebra una misa en el propio cementerio.
En
Carnaval se celebraban en un camino a las afueras del pueblo " los gallos ", que era la forma de entrar en quinta los mozos. La gente se disfrazaba y los mozos con mulas, caballos y burros, cogían los gallos que les ponían en una cuerda en lo alto del camino. Las madres quedaban en
casa, y el hijo les llevaba el gallo cogido.
También se ponían naranjas, y cada una de ellas se las regalaban a sus novias, tías, primas o
amigas que lo presenciaban. Cuando recibías una naranja o un gallo, se prendía un lazo en la camisa del quinto o una escarapela de
colores.
De modo que al finalizar, los mozos iban cubiertos de lazos de muchos colores.
A continuación celebraban una cena a la que solo acudían hombres, cada quinto invitaba a sus familiares varones, y les servían las mujeres de la
familia de cada quinto. Era costumbre comerse los gallos o pollos asados conseguidos.