Es una construcción del siglo XIV, de origen islámico. Es propiedad de la
familia Padilla, de ahí que fuese denominado
Casa Fuerte de los Padillas.
Tiene dos entradas, la principal en el lienzo sur, defendida por un matacán y en el lienzo norte un portillo que da a una de las
calles del
pueblo. Lo más característico, bello y mejor conservado, es la
torre del
homenaje.
Dos de sus lados dan a las calles del pueblo y los otros dos al actual
parque del
Castillo, de diez mil metros cuadrados que se halla rodeado por unas
rejas en toda su extensión. En los
jardines y
huertas hay
palmeras,
pinos,
olivos,
árboles frutales, viñas, etc. Y en el centro se encuentra un
pozo aljibe de indudable
tradición morisca.