Menos mal que has aclarado lo de Belén, porque arremeter contra ella era un desatino total. Pero, vamos, no acuses de que "se pasa de tus frases", porque lo que ocurre es que el mensaje en cuestión, dada su pésima expresión, resultaba harto difícil de interpretar del modo que pretendías. ¡Y luego quejándose de que somos exigentes y puntillosos con la ortografía (espero que este caso demuestre de una vez que tal doctrina no se inventó simplemente por fastidiar al personal...)!