Ese año mi hijo de un año y yo estuvimos 5 horas en la
carretera no-IV entre el
puente de Uniarte y la entrada a
Ocaña. Tuvimos que volver a
casa por dirección prohibida... Fue una odisea, pero ahora que ya ha pasado el tiempo, lo recuerdo con gracia. Incluso a alguno que trabajaba en "las
puertas" le dí de cenar esa
noche algo de
pan y bacon que acababa de
comprar en
Dosbarrios. Momentos para mis nietos... Cuando los tenga (aún soy muy
joven).
UNA OLCADE.