Qué comentario tan maleducado, vil, soez, ingrato, desagradable e impropio. Además de no venir a cuento refleja mucho la personalidad amargada del que lo escribe (y qué mal lo hace, por cierto). Qué falta de educación tan grande. Te iría mejor si aprendieras algo del caballero que supo apreciar lo bueno que tiene Ocaña, y se lo llevó.
Max.
Max.