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OCAÑA: La educación, la cultura y el respeto son las claves...

Buenos días.

Quiero abrir un nuevo tema en este foro, ahora que hay gente, participativa, con interés, inteligencia y ganas.

Para mí, uno de los problemas en general en nuestro pais, y en particular en nuestra zona manchega, es la educación.

Antes de exponer lo que pienso, planteo algunos antecedentes míos: soy universitario; tengo hijos en diversos ciclos educativos; tengo y he tenido trato frecuente con chavales entre 13 y 20 años, tanto estudiando como trabajando (los de más edad, claro).

Algunas reflexiones previas:
Siempre me ha llamado mucho la atención, por decirlo de forma suave, que la mayoría de industrias, de negocios, fábricas, oportunidades de trabajo, en definitiva, vayan a parar a los mismos sitios (Madrid, Cataluña, Valencia, País Vasco, principalmente), y a otros sitios como nuestra zona manchega, comarca de Ocaña, nunca nadie traiga trabajo, futuro, prosperidad. Muchas veces da la sensación de que hay diversos poderes políticos o económicos que se ocupan de que estos caminos de prosperidad vayan siempre a parar a los mismos sitios, para poder favorecer sus intereses, seguramente conómicos, quizá políticos. Da la sensación de que entre nosotros no hay nadie que sea capaz de conseguir para nosotros lo que necesitamos, que básicamente, creo yo, es TRABAJO.

Bien, vamos al grano.

Por un lado, por mi experiencia como estudiante en mis tiempos, por otro, como profesor de instituto durante un breve período de tiempo y profesor privado durante algunos años más, y actualmente a través de la educación de mis hijos en la actualidad, saco la conclusión de que la educación, el nivel de exigencia, los objetivos a conseguir, y el entorno, van bajando en calidad, profundidad, amplitud de conocimientos y en la propia educación como personas.

Es difícil decir porqué en pocas palabras, pero es fácil comprobar cómo los conocimientos que se exigen son más escasos cada año (preguntad a vuestros hijos, quienes los tengan). Es fácil ver cómo a los profesores se les han quitado muchas herramientas de autoridad para tener la necesaria ascendencia sobre el alumnado, necesaria para conseguir sus objetivos de enseñanza. Se puede ver cómo los aprobados están cada vez más baratos, llegando al caso de que en algunos niveles de enseñanza no se puede repetir dos cursos, tras lo cual el alumno pasa de curso aunque no sepa ni cúal es la capital de España. Y se puede ver, además, cómo entre gran parte de la juventud se ha perdido el interés por la educación, se ha instalado en ellos la idea de que estudiar no sirve para nada.
Los jóvenes en estos últimos años se han encontrado con dos realidades: una, en la televisión, en la cual ven continuamente a una pequeña "élite" de personas que no ha estudiado ni se ha formado, y están ganando mucho dinero; y los toman como ejemplo. Y otra, en el día a día de estos últimos años de vacas gordas, donde, por ejemplo, un chaval de 16 años veía cómo su amigo de la misma edad encontraba fácilmente trabajo de cualquier cosa (albañil, camarero, peón, etc), y empezaba a ganar dinero (aparentemente infinito) con el cual darse todos los caprichos, mientras el que quería estudiar no tenía ni para una bolsa de pipas los domingos. Y también los tomaban como ejemplo, decicían no seguir estudiando (¡a los 16 años!) y tomar el camino fácil del dinero

Ay, el dinero...

Ahora ha venido la época de las vacas flacas. Culpables habrá -habremos- muchos, y razones, otras tantas. Pero ése no es el caso. El caso es ver cómo podemos salir de esta "crisis", cómo podemos mejorar, cómo podemos conseguir mejores oportunidades.

Y estas oportunidades, creo que todos estarán de acuerdo conmigo, se ven muy reforzadas con una mejor educación y una mejor formación.

Una persona educada y formada tendrá más oportunidades, en época de crisis, de optar a ese escaso puesto de trabajo que aparece y al que se presentan cientos de personas.
Podrá ser capaz de generar por sí mismo nuevas oportunidades, mediante autoempleo, iniciativa propia, y podrá hacer valer mejor sus habilidades y experiencias, para conseguir el mejor beneficio posible, que redundará en el beneficio de los suyos y luego en el de su comunidad.
También podrá ser capaz de ofrecer un trabajo más cualificado a aquellos que están buscando un lugar para instalar sus empresas, sus negocios, y necesita, en este mundo tan competitivo, que su personal produzca el mejor rendimiento. Permitirá, con su mejor educació y formación, que haya quienes estén deseosos de traer prosperidad a su entorno, y eso repercutirá también en los de alrededor, que, si también están formados y educados, contribuirán a esa mejora común.

Ahora mismo, en nuestra comarca, esas bases fallan. Años de dejar en segundo plano la formación y la educación producen que ahora esa herramienta de mejora nos falle. Es un gran problema.

Y lo peor es que no es un problema de fácil solución. Ni rápida. Pero no por ello hay que dejarse ir, darse por vencido y no hacer nada.

Hay que buscar el camino, hay que definirlo claramente, y hay que seguirlo. Un camino que, creo yo, primero pasa por que todos nos concienciemos de lo importante que es la educación, la de todos y la nuestra propia, y que pongamos como objetivo nuestra mejora, y la de los de alrededor.
Y luego, instar a quienes corresponda, para que pongan los medios necesarios, s abiendo que es una tarea larga, a medio plazo, que los resultados no son para mañana, pero que son imprescindibles. Mejores profesores (más formados y educados), mejores instalaciones, mejores medios, mejores contenidos, nivel de exigencia adecuado y mejorando, concienciación de todos de que la educación es un bien para todos. Y que, en última instancia, es lo que se tiene.

Porque, pensadlo, y lo hilvano con los comentarios de Ataúlfo sobre Japón: ellos han tenido un terremoto que les destruye todo: sus casas, sus lugares de trabajo, sus posesiones, todo. ¿Qué les queda? Su educación, su formación; aue las tienen, y a gran nivel. Y no dudéis que es la mejor herramienta que tienen para superar lo que les ha pasado, y lo conseguirán. ¿Qué hubiera pasado si eso ocurre aquí, en nuestro país, en nuestra comunidad, en nuestra comarca?

Educación, formación. Lo necesitamos.

Buenos días.

La educación, la cultura y el respeto son las claves fundamentales de toda sociedad cilvilizada. Si falta uno sólo de estas tres piezas todo pueblo, por muy rico que sea, se resquebraja.
La educación en España deja mucho que desear, valga saber que, con un mínimo esfuerzo, se consigue el aprobado. Tampoco se adaptata a los nuevos tiempos, ¿cuántos ordenadores hay en las aulas? y si hay, ¿cuántas horas lectivas se dedican a su uso? la forma de entender el mundo está cambiando, adaptémonos a ello. Y ¿respeto? este valor está desapareciendo de nuestra sociedad a unos pasos escalofriantes. La cultura es la privilegiada de estos tres valores, a mi entender, y espero no estar equivocada, se lee, se escucha música, se ve cine, el teatro está auge, sobre todo en las grandes capitales de provincia, y en Madrid. En Ocaña, tengo entendido que hay mucha afición. Invirtamos en cultura y educación y fomentemos el respeto, empezando por hacerse respetar uno mismo. Y opino lo mismo, Japón nos está dando buen ejemplo de ello.