Ya veo que aun de vacaciones no dejamos de mover las neuronas enfocando en cosas productivas: uno que despierta su espíritu de constructor, otro que promociona la gastronomía, el escritor que ha recuperado su inspiración y nos sorprenderá con otro libro... eso está muy bien. Si pensamos y proclamamos cosas buenas las atraeremos inevitablemente, es la ley de la atracción, es "El Secreto". Nos queda una asignatura pendiente que es con los jóvenes y el botellón que muy bien la prohibición pero me pregunto: ¿Cómo entretener sanamente a esas criaturas, primero siendo capaz de motivarlas y captar un líder (pensando que los jóvenes se rigen por el grupo) y segundo qué pudiera ser de su interés y que les aporte algo práctico para su vida y su formación y con qué financiamiento?