Buenas, ¿no se estaría pensando en ese momento en 1880? dos ochos y el nombre de un turrón (el subconsciente no falla) que, por cierto, curiosa publicidad. Decía: "El turrón más caro del mundo". No sé si es para comparar su precio en el supermercado o para hacer creer al consumidor que va a poner una especie de Rolls Royce en la mesa. Siempre me llamó la atención ese spot.