La primera parte muy buena y seria, la última, eso que tú eres capaz de deprimirte, es una de tus bromas al estilo manchego. Desde luego que hay que reivindicar la desaparición de esas injusticias que relatas, esas discriminaciones positivas de ser jubilado a los cuarenta y tanos, de cobrar pensiones vitalicias por estar sentado un poco en un escaño del congreso... creo que eso es muy importante porque presionar más aún fiscalmente al emprendeodr no es que le deprima, es que le obliga a autotulelarse con su ingenio y cuando el político da un salto, el emprendedor brinca cinco a la velocidad de vértigo, se aleja, se esconde y desde una madriguera profunda le lanza pedorretas insonoras y el otro va y no se entera y dice: ¡Ande andará!