El abandono al que está siendo sometido Ocaña es tan brutal que a los que amamos y sentimos esta localidad, nos produce un auténtico desánimo y nos sume en una profunda tristeza. Nada, aquí no se mueve nada. Aquí nadie se manifiesta, ni critica el estado de desolación en el que se encuentra la Villa. Nada, aquí la actividad es plana. Nadie se ha dado cuenta que Ocaña ha hipotecado su bienestar para muchos años. Nada, aquí sólo hay absurdas ideologías, pequeños clanes familiares que relantizan todo, grupos doctrinales que adormecen hasta atontar, vecinos asociados con ideas casi en desuso... Ni industria, ni agricultura, ni comercio, ni ganadaría, ni servicios, ni negocio..., nada. Inanición total. Alumnos pobladores de barracones, centros de salud sin sanitarios, dependencias municipales sin gasoil, sin actividad y sin ayunmtamiento. Ocaña es el único municipio de la región que carece de edificio que albergue su ayuntamiento. Nadie dice nada, nadie habla de la cantidad de pisos casi abandonados a su suerte, ocupas, morosos, desocupados, deambulantes, paseantes y... A los que nos duele Ocaña estamos sorprendidos por el grado de abatimiento de sus fuerzas vivas, siempre muy vivas, muy trabajadoras y muy atentas a seguir llevando a Ocaña a la cabecera de la Comarca. Ocaña, quien la ha visto y quien la ve. Paréntesis, un larguísimo, tedioso e insufrible paréntesis. ¡Ya está bien! Mientras tanto sigamos con ideas tan maravillosas, tan positivas y tan gratificantes como izquierdas, derechas, azules, rojos, nacionales, republicanos y floclores, mucho folclores. Mientras tanto continuan avanzando Noblejas, Villarrubia, Yepes, Huerta, Villatobas... Eso sí, nosotros a lo nuestro... a seguir pensando que somos el ombligo de la zona y ya se sabe lo que ocurre con el ombligo de las naranjas... Saludos afectuosos a todos los ocañenses y que Dios nos proteja, porque lo que son los políticos que hace años tenemos que aguantar...