Cuantas insidias, cuantas falacias, cuantas mentiras ha habido. Utilizar hasta consejos de ministros para hacer política, cuando lo que debería haber hecho el estado es ponerse manos a la obra y recuperar el arroyo los yesares, y no multar injustamente a un ayuntamiento y a un pueblo que toda la vida a evacuado sus aguas residuales a ese arroyo y máxime estando depuradas. al final la justicia pone a cada uno en su sitio. Insisto en lo de la justicia x que poco a poco los denunciantes quedaran en evidencia. Lo veremos muy pronto.
Ten paciencia Ken, perdon Sr. Garcia, que como tu dices, hasta el rabo to es toro. Por cierto, creo que lo de los vertidos fue una denuncia de los vecinos de Ontigola a la confederación hidrografia del Tajo. No entiendo que quieres decir con eso de que los denunciantes quedaran en evidencia. Por otro lado, tu que debes saber mucho de derecho, deberias saber que si uno denuncia sin pruebas, el juez archiva la causa... asi que si no se archiva es que algo habrá. Un saludito
Efectivamente, lo sigo manteniendo: Poco a poco los denunciantes quedarán en evidencia. En este caso ya ha quedado en evidencia la confederación del tajo de la administración zapatero, que fue quien denunció porque ha perdido ante el Tribunal Supremo. Dices lo de las pruebas. También en el derecho administrativo deben existir pruebas palapables y fundamentos jurídicos para imponer una multa y a tenor de la resolución se ha demostrado que al parecer no era así. Creo que todo fue, a mi entender, una artimaña política para cargar las tintas hacia un ayuntamiento, eludiendo la CHT sus responsabilidades de restituir y limpiar el arroyo de los yesares. Y ahora se ha demostrado que así ha sido. Si la CHT actuara con la misma celeridad en todos los casos, no permitiría por ejemplo que cantidades enormes de vertidos contqaminados procedentes de una fabrica de Noblejas fueran a parar directamente al rio tajo, sin ningún tipo de tratamiento. Pero claro, en noblejas se hace la vista gorda. Por eso insisto, que lo de las pruebas es relativo. Es mi opinión, la cual digo con el más absoluto respeto y sin ánimo de polemizar.