La gran mayoría de los préstamos, según el Banco de España, son a largo plazo (por encima de un año), lo que permite, en cualquier caso, una cierta capacidad de maniobra para los acreedores. De los 1,45 billones de euros que se deben en el exterior, 220.000 millones (algo más del 15%) corresponden a las administraciones públicas, que emiten bonos y obligaciones con los que financian sus políticas de gasto, ya que, aunque hay superávit presupuestario, el Estado todavía tiene que hacer frente a una deuda pública que representa alrededor del 40% del PIB (incluyendo residentes y no residentes).
La deuda externa, de la misma manera, refleja el gigantesco déficit exterior de España (el más grande del mundo industrializado), y que sólo en 2006 representó el 8,8% del Producto Interior Bruto, porcentaje equivalente a 86.026 millones de euros. Tan sólo el déficit comercial supone el 94% del déficit por cuenta corriente y explica el 60% de su incremento.
La fuerte actividad crediticia que se ha producido en España en los últimos años explica, en cualquier caso, la apelación al dinero procedente del exterior. Y es que aunque los tipos de interés oficiales no han dejado de crecer durante los dos últimos años, lo cierto es que el crédito apenas muestra síntomas de fatiga. La financiación al sector privado -familias y empresas- creció hasta junio un 20,9% respecto al mismo mes del año 2006, lo que da idea de la fortaleza que muestra este indicador. Hay que destacar que la financiación a las sociedades no financieras creció en junio en términos interanuales nada menos que un 24,5%, cuando en marzo de 2007 aumentaba a un ritmo del 23,3%. No solamente no decrece sino que aumenta, aunque lo previsto es que se ralentice durante el segundo semestre de este año...
La deuda externa, de la misma manera, refleja el gigantesco déficit exterior de España (el más grande del mundo industrializado), y que sólo en 2006 representó el 8,8% del Producto Interior Bruto, porcentaje equivalente a 86.026 millones de euros. Tan sólo el déficit comercial supone el 94% del déficit por cuenta corriente y explica el 60% de su incremento.
La fuerte actividad crediticia que se ha producido en España en los últimos años explica, en cualquier caso, la apelación al dinero procedente del exterior. Y es que aunque los tipos de interés oficiales no han dejado de crecer durante los dos últimos años, lo cierto es que el crédito apenas muestra síntomas de fatiga. La financiación al sector privado -familias y empresas- creció hasta junio un 20,9% respecto al mismo mes del año 2006, lo que da idea de la fortaleza que muestra este indicador. Hay que destacar que la financiación a las sociedades no financieras creció en junio en términos interanuales nada menos que un 24,5%, cuando en marzo de 2007 aumentaba a un ritmo del 23,3%. No solamente no decrece sino que aumenta, aunque lo previsto es que se ralentice durante el segundo semestre de este año...