El Parlamento griego aprobó por mayoría absoluta el programa trianual para reducir el déficit fiscal, que le permitirá acceder a un paquete de ayuda financiero europeo y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 110.000 millones de euros para evitar la bancarrota.
El programa de austeridad fue aprobado por 172 diputados a favor, 121 en contra y tres abstenciones, en una cámara en la que se contabilizaron cuatro ausencias.
El plan de ahorro, por un monto de 30.000 millones de euros en tres años, abarca duros recortes salariales y de las jubilaciones, tanto en el sector privado como el público y vetará nuevos contratos de funcionarios en los próximos tres años.
Hasta la fecha ya se ha aplicado el aumento del 10 por ciento en los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y la gasolina, además de una subida del IVA, un incremento de la edad de jubilación y la flexibilización de los despidos.
El avance en la aplicación del programa de austeridad será seguido por un consejo de vigilancia, cuya composición debe decidirse y en el que participarán expertos del FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE), los tres organismos que concederán la asistencia.
Su primer informe se presentará en junio y de sus resultados dependerá que prosiga el flujo de la ayuda exterior, de 80.000 millones de euros del Eurogrupo y 30.000 millones de euros del FMI.
El trámite parlamentario se vio empañado por la muerte ayer de tres personas en un incendio provocado por manifestantes en una sucursal bancaria en Atenas, durante una multitudinaria huelga general de 24 horas convocada por los sindicatos mayoritarios.
El programa de austeridad fue aprobado por 172 diputados a favor, 121 en contra y tres abstenciones, en una cámara en la que se contabilizaron cuatro ausencias.
El plan de ahorro, por un monto de 30.000 millones de euros en tres años, abarca duros recortes salariales y de las jubilaciones, tanto en el sector privado como el público y vetará nuevos contratos de funcionarios en los próximos tres años.
Hasta la fecha ya se ha aplicado el aumento del 10 por ciento en los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y la gasolina, además de una subida del IVA, un incremento de la edad de jubilación y la flexibilización de los despidos.
El avance en la aplicación del programa de austeridad será seguido por un consejo de vigilancia, cuya composición debe decidirse y en el que participarán expertos del FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE), los tres organismos que concederán la asistencia.
Su primer informe se presentará en junio y de sus resultados dependerá que prosiga el flujo de la ayuda exterior, de 80.000 millones de euros del Eurogrupo y 30.000 millones de euros del FMI.
El trámite parlamentario se vio empañado por la muerte ayer de tres personas en un incendio provocado por manifestantes en una sucursal bancaria en Atenas, durante una multitudinaria huelga general de 24 horas convocada por los sindicatos mayoritarios.