El empleo vivió en 2005 uno de los mejores años de la democracia. El paro experimentó un descenso anual de 239.800 personas, lo que sitúa la tasa en el 8,7%. Se trata del nivel más bajo registrado en un final de año desde 1978, aunque empeora respecto al 8,4% del trimestre anterior. La creación de empleo resultó la mejor desde que el dato es comparable (1996), con 894.100 ocupados más. Gran parte de ese auge obedece a la regularización de inmigrantes realizada en 2005. La cara más sombría del mercado laboral sigue siendo la temporalidad, que creció casi tres puntos, hasta el 33,77%.