Señora, usted no califica, descalifica. Si usted leyera atentamente el amplio mensaje escrito con mayúsculas, observaría que no voy contra nada, ni contra nadie. La mejor inversión que se puede hacer en la vida es invertir en cultura y un colegio es cultura en estado puro. Yo no tengo que defender los intereses de los ocañenses porque desde tiempos inmemoriales los ocañenses aprendimos a defendernos solos contra todo tipo de tempestades.
Creo que usted me ataca desaforadamente, más por quien cree que soy, que por lo que digo. La persona con la que me confunde es un buen y excelente amigo mío, al que aprecio y RESPETO. He viajado por los 5 continentes, se lo crea o no. He estudiado hasta más no poder. Ese es mi vicio, el estudio. No sabe usted como detesto esos carromatos circenses que usted llama "aulas prefabricadas". Si yo le contara...
He podido comprobar que aún no estoy preparado para asimilar el insulto, la descalificación y la falta de respeto. Estoy dispuesto a poner la mejilla tantas veces como sea necesario, sin embargo no sé hasta que punto me resulta agradable participar en un foro donde la opinión se combate con el insulto y la carcajada, aunque esto lo haga una minoría, posiblemente demasiado crispada. El día que se inaugure el nuevo colegio público seré un hombre feliz por tres razones: Por los alumnos. Por los Maestros y por los Padres que se han dejado muchas horas y muchos esfuerzos en la consecución de tal logro.
Y dicho esto, me pensaré si merece la pena seguir opinando con el temor de que alguien como usted, doña Elisa, me pueda insultar con tanta ferocidad.
Me cuesta despedirme de quienes sí se han mostrado afectuosos, comprensivos, respetuosos y complacientes conmigo. Y por si tiene dudas, le juro que jamás he insultado a nadie, ni aquí, ni en ningún otro lugar, ni mis hijos tampoco lo harían, que todos ellos se formaron y educaron en la Escuela Pública. De haberlo hecho en la Enseñanza Privada, igualmente serían personas de bien... tal vez porque ya lo llevaban en los genes y en el ADN.
Saludos y que todos sigan bien.
Creo que usted me ataca desaforadamente, más por quien cree que soy, que por lo que digo. La persona con la que me confunde es un buen y excelente amigo mío, al que aprecio y RESPETO. He viajado por los 5 continentes, se lo crea o no. He estudiado hasta más no poder. Ese es mi vicio, el estudio. No sabe usted como detesto esos carromatos circenses que usted llama "aulas prefabricadas". Si yo le contara...
He podido comprobar que aún no estoy preparado para asimilar el insulto, la descalificación y la falta de respeto. Estoy dispuesto a poner la mejilla tantas veces como sea necesario, sin embargo no sé hasta que punto me resulta agradable participar en un foro donde la opinión se combate con el insulto y la carcajada, aunque esto lo haga una minoría, posiblemente demasiado crispada. El día que se inaugure el nuevo colegio público seré un hombre feliz por tres razones: Por los alumnos. Por los Maestros y por los Padres que se han dejado muchas horas y muchos esfuerzos en la consecución de tal logro.
Y dicho esto, me pensaré si merece la pena seguir opinando con el temor de que alguien como usted, doña Elisa, me pueda insultar con tanta ferocidad.
Me cuesta despedirme de quienes sí se han mostrado afectuosos, comprensivos, respetuosos y complacientes conmigo. Y por si tiene dudas, le juro que jamás he insultado a nadie, ni aquí, ni en ningún otro lugar, ni mis hijos tampoco lo harían, que todos ellos se formaron y educaron en la Escuela Pública. De haberlo hecho en la Enseñanza Privada, igualmente serían personas de bien... tal vez porque ya lo llevaban en los genes y en el ADN.
Saludos y que todos sigan bien.