No es lo mismo gastar que despilfarrar. En una situación económica de bonanza, construir un colegio público es gasto (un muy buen gasto, necesario y correcto), construir 100 es despilfarro. Pero en época de crisis, la construcción de un colegio bien puede ser un despilfarro, si es que su destino va a ser una obra paralizada o unos gastos de mantenimiento que no pueden ser asumidos.
Hay que gastar (o invertir) con cabeza.
Hay que gastar (o invertir) con cabeza.