Mi verdadera identidad es Petronius Secundus Crassus, según mi lengua materna, que es el Latín. Gracias a los señores Indivil y Mandonio por no revelar cualquier otra identidad. Y no le den más vueltas, cualquier otra identidad que me atribuyan sólo será producto de su imaginación.
Esta vez no vengo de Roma, que ya estaba aquí en Ocaña.
Esta vez no vengo de Roma, que ya estaba aquí en Ocaña.