Al municipal que esta mañana me ha hecho dar marcha atras en la calle del teatro de Ocaña.
Entro en la calle Lope de Vega desde la Plaza Gutierre de Cárdenas hacia el Rollo de Justicia y bien entrado en la misma, a escasos metros del teatro, me encuentro con un coche de frente que no tiene ninguna intención de detenerse. Claro, es un coche de la policía municipal. Enfrentados uno delante del otro y viendo que no tiene ninguna intención de velar por dirigir el tráfico, cosa que tendría que llevar en la sangre cuaqlquier persona de ese ente, dado a lo que se dedica, decido dar marcha atras hasta el cruce de la farmacia para, amablemente, cederle el paso y no sin antes bajar la ventanilla para pedirle alguna explicación de tal maniobra y recordarle que en la plaza del Rollo de Justicia, tiene un ceda el paso.
El municipal, casi sin alterar su parsimonia, me contesta:
Tu tambien tienes un ceda el paso, ¿es que no lo has visto? y llevo un coche detrás.
Pues bien, la versión resumida es esta, no doy marcha atrás porque no me da la gana y para eso saqué una oposición para municipal. Y la versión larga es esta otra:
Según el código de circulación, en un paso estrecho, dará marcha atrás el vehículo que mas facil tenga la maniobra y/o el que menos metros tenga que recorrer. En este caso, estabamos mas cerca del teatro que de la farmacia y además justo al pasar la puerta del teatro nos podemos encontrar dos señales de ceda el paso, una en cada sentido de la circulación. Y el coche que lleva detrás, respeta las señales y se detiene con un hueco suficiente, conocedor seguramente de que existen esas señales.
Al hacerme dar marcha atrás, me obliga a invadir un cruce en sentido contrario, cosa totalmente prohibida a no ser que sea un callejón sin salida.
Y por último, le invito al municipal o a cualquiera, que busque el ceda el paso en el cruce de la farmacia viniendo desde la calle Mayor, a ver donde puñetas está, porque yo no di con el.
Y que no me venga con la cantinela de que no llevaba el cinturón de seguridad puesto, ya que tanto el como yo, estamos exentos de su uso.
A veces es mejor y mas recomendable prestar atención a las señales de tráfico que al WhatsApp.
Y que no me digan que me escondo en el anonimato, es un comentario curioso el que hago y no me escondo mas que el mismo municipal detrás de su número de placa y por cierto, el sabe perfectamente quien soy.
No son todos iguales, lo se. Pero hay cada uno, que tela....
Entro en la calle Lope de Vega desde la Plaza Gutierre de Cárdenas hacia el Rollo de Justicia y bien entrado en la misma, a escasos metros del teatro, me encuentro con un coche de frente que no tiene ninguna intención de detenerse. Claro, es un coche de la policía municipal. Enfrentados uno delante del otro y viendo que no tiene ninguna intención de velar por dirigir el tráfico, cosa que tendría que llevar en la sangre cuaqlquier persona de ese ente, dado a lo que se dedica, decido dar marcha atras hasta el cruce de la farmacia para, amablemente, cederle el paso y no sin antes bajar la ventanilla para pedirle alguna explicación de tal maniobra y recordarle que en la plaza del Rollo de Justicia, tiene un ceda el paso.
El municipal, casi sin alterar su parsimonia, me contesta:
Tu tambien tienes un ceda el paso, ¿es que no lo has visto? y llevo un coche detrás.
Pues bien, la versión resumida es esta, no doy marcha atrás porque no me da la gana y para eso saqué una oposición para municipal. Y la versión larga es esta otra:
Según el código de circulación, en un paso estrecho, dará marcha atrás el vehículo que mas facil tenga la maniobra y/o el que menos metros tenga que recorrer. En este caso, estabamos mas cerca del teatro que de la farmacia y además justo al pasar la puerta del teatro nos podemos encontrar dos señales de ceda el paso, una en cada sentido de la circulación. Y el coche que lleva detrás, respeta las señales y se detiene con un hueco suficiente, conocedor seguramente de que existen esas señales.
Al hacerme dar marcha atrás, me obliga a invadir un cruce en sentido contrario, cosa totalmente prohibida a no ser que sea un callejón sin salida.
Y por último, le invito al municipal o a cualquiera, que busque el ceda el paso en el cruce de la farmacia viniendo desde la calle Mayor, a ver donde puñetas está, porque yo no di con el.
Y que no me venga con la cantinela de que no llevaba el cinturón de seguridad puesto, ya que tanto el como yo, estamos exentos de su uso.
A veces es mejor y mas recomendable prestar atención a las señales de tráfico que al WhatsApp.
Y que no me digan que me escondo en el anonimato, es un comentario curioso el que hago y no me escondo mas que el mismo municipal detrás de su número de placa y por cierto, el sabe perfectamente quien soy.
No son todos iguales, lo se. Pero hay cada uno, que tela....
Los Srs. Indivil y Mandonio le han dado a usted una respuesta-orientación mesurada, legal e inteligente. A mí sólo se me ocurre creerle a "pie juntillas" porque nadie que no se crea en poder de la razón trata de desahogarse contando su odisea con tanto sentimiento. Esa no debiera ser la tónica del que representa el orden, la justicia y la defensa del ciudadano. Con lo bonito que gubiera sido dilucidar todo con una sonrisa y un amable saludo. A mí en cierta ocasión "Un jefe" trató de apabullarme, al sentirse protegido por su hipotética estrella de cinco puntas. Y fue desde aquella ocasión, que sé a ciencia cierta que en cualquier incidente en el que me vea envuelto directa o indirectamente, "Un jefe" siempre va a llevar razón, y yo no, así que sólo me sentiré protegido por aquellos de los que siempre me sentí protegio, pomgamos por ejemplo: La Guardia Civil y La Policía Nacional. Gracias a ellos se puede aún pasear sin sentir pánico...
Para mí lo mejor es pasar inadvertido, obedecer y sobre todo, asustarme ostensiblemente cuando "Un jefe" se dirija a mí, con razón o sin ella. El día que me sienta amparado, defendido y atendido ese día empezaré a creer en más defensores de los ciudadanos. Y créame, lo estoy deseando...
Que tanga yo que venir de Roma a decir esto...
Para mí lo mejor es pasar inadvertido, obedecer y sobre todo, asustarme ostensiblemente cuando "Un jefe" se dirija a mí, con razón o sin ella. El día que me sienta amparado, defendido y atendido ese día empezaré a creer en más defensores de los ciudadanos. Y créame, lo estoy deseando...
Que tanga yo que venir de Roma a decir esto...