Mandonio y yo, que nos hemos ido de fiestecilla para pasar el Año Nuevo y estamos en un bonito lugar lejos de Ocaña, no nos olvidamos y os deseamos a todos los foreros LO MEJOR PARA 2013. Olé
A los foreros y foreras, escritores o lectores, ocañenses o no, mis mejores deseos de salud, dinero y amor en todos y cada uno de los 365 días del año 2013.
Y para desearos lo mejor no tengo que venir de Roma, que aquí en Ocaña se está cojonudamente.
Y para desearos lo mejor no tengo que venir de Roma, que aquí en Ocaña se está cojonudamente.
Llevas razon con lo de que en Ocaña se esta cojonudamente. Nosotros llevamos tres dias fuera y echamos de menos aquello. Ni los botellines saben igual. Ademas no conocemos a nadie y eso pesa.
De pronto, la casa se me cae encima y salgo a dar una vuelta y resulta imposible no cruzarme con nadie conocido, me encuentro en el paseo con un montón de conocidos y al final es raro no tomarme unos vinos, yo soy de los seguidores del dios Baco que aunque griego, le tengo mucha fe, tanta, que nos hemos hecho colegas y ya entre compadres, yo le llamo Dionisio, que viene a ser los mismo, pero la amistad es la amistad...
Y cuando me encuentro fuera de Ocaña, viviendo en otras casas, voy y salgo a dar una vuelta y todos me son desconocidos y ya no me tomo vinos, porque solo con la compañía de Dionisio no me apetecen, porque mis vinos son sociales y no esconden ningún vicio. Es por esto que cuando estoy fuera de Ocaña cada vez la añore más y cuando estoy dentro me resulte tan, tan, tan... ¡Coño, ya estoy tocando el tambor! Y yo que sé lo que me pasa en Ocaña cuando estoy demasiado tiempo viviendo en Ocaña... ¿Será que me cabree tanta resignación, tanta monotonía, tanta cerrazón? ¿Saben porque a veces me cabrea Ocaña? ¿Saben porque a veces la critico? Porque estoy loco por ella. Sí, estoy loco por Ocaña.
Dentro de unas horas será año nuevo, a ver si es verdad que tras las campanadas haya algo nuevo, algo diferente, alguna brisa de aire fresco, alguna esperanza para los que esperan que se produzca el milagro...
¿Saben ustedes cuando llegué yo a Ocaña? En el siglo III despues de Cristo. Antes de ser Emperador allá en Roma, vine a hacer la mili aquí con los tercios romanos. Bueno, pues sigo siendo forastero... ¡Que cosas!
Y cuando me encuentro fuera de Ocaña, viviendo en otras casas, voy y salgo a dar una vuelta y todos me son desconocidos y ya no me tomo vinos, porque solo con la compañía de Dionisio no me apetecen, porque mis vinos son sociales y no esconden ningún vicio. Es por esto que cuando estoy fuera de Ocaña cada vez la añore más y cuando estoy dentro me resulte tan, tan, tan... ¡Coño, ya estoy tocando el tambor! Y yo que sé lo que me pasa en Ocaña cuando estoy demasiado tiempo viviendo en Ocaña... ¿Será que me cabree tanta resignación, tanta monotonía, tanta cerrazón? ¿Saben porque a veces me cabrea Ocaña? ¿Saben porque a veces la critico? Porque estoy loco por ella. Sí, estoy loco por Ocaña.
Dentro de unas horas será año nuevo, a ver si es verdad que tras las campanadas haya algo nuevo, algo diferente, alguna brisa de aire fresco, alguna esperanza para los que esperan que se produzca el milagro...
¿Saben ustedes cuando llegué yo a Ocaña? En el siglo III despues de Cristo. Antes de ser Emperador allá en Roma, vine a hacer la mili aquí con los tercios romanos. Bueno, pues sigo siendo forastero... ¡Que cosas!
Me he puesto varias prendas rojas, según viene siendo tradición en esta noche de Noche Vieja. Y en el mantel que han colocado en la mesa de mi casa hay motivos tojos y las servilletas son rojas y roja es la guirnalda que hay en la puerta de mi casa y rojos mis calzoncillos de algodón hasta las canillas. Y siendo todo tan rojo, ¿por qué Zapatero me cae tan mal? ¿por qué me cae tan mal Rubalcaba y la Pajín y aquella ministra que ahora esta en EEUU ocupando una cómoda butaca? Me caen tan mals esos y resulta que yo teniendome de izquierdas no me considero rojo, más bien morado que es la mezcla entre rojo y azul. Bueno vale, soy de centro-izquierda...
¿Y para decir esto he tenido yo que venir de Roma? No tengo perdón de Baco.
¿Y para decir esto he tenido yo que venir de Roma? No tengo perdón de Baco.