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OCAÑA: Vivimos en un país que hace aguas. Estamos atravesando...

Vivimos en un país que hace aguas. Estamos atravesando un tiempo en el que nadie conoce a nadie, una época que jamás podíamos imaginar que nos tocara vivir. Habíamos oído hablar de la posguerra como algo extraordinario en lo que a pasar hambre y penalidades se refieren, en la historia más reciente, pero ahora nos vemos avocados hacia las mismas penalidades que entonces, con una economía que solo una guerra podría haber dejado en el estado en que se encuentra. Aunque, realmente la ha provocado una guerra, una guerra invisible para nosotros, ciudadanos de a pie que no tenemos culpa. ¿O sí?, ya nos han dicho en multitud de ocasiones que somos culpables por vivir por encima de nuestras posibilidades. ¿O sería por tener las mismas oportunidades los de abajo que los de arriba?, a alguien le ha estado doliendo, y mucho.
Cada día vemos como los unos les echan la culpa a los otros, y los otros que tienen tanta culpa como los unos, hacen revotar esta acusación. Este es el juego en el que se entretienen, unos sin poner soluciones y otros sin proponer posibles. Mientras tanto asistimos día a día a ciertos acontecimientos de variadas categorías. Unas veces nos ponen el corazón en un puño o los huevos de corbata, otras nos remueven el estómago por esa situación nauseabunda que se extiende más y más. Mientras unos toman una dramática decisión de poner fin a sus días cuando se ven acorralados por la presión de los bancos, más bien la presión judicial, justicia arrestada por orden de la avaricia de los bancos (como decía mi amigo Adolfo Cabrales); mientras unos están en esas, otros están velando por sus propios intereses, amasando grandes fortunas con dinero de todos nosotros, los de abajo. ¿Y quién pone medidas?, nadie. No vaya a ser no puedan hablar, porque para tener la boca grande hay que tener el culo limpio. Y lo que es peor, si a alguien se le ocurre intentar poner remedio a estas cosas, investigando casos gurtel se lo cargan de un plumazo, primero para evitar esta investigación que puede entorpecer o dar al traste con las finanzas personales de más de uno, y de paso para que sirva de ejemplo a todo aquel que esté pensando hacer investigaciones similares. Una vez muerto el perro, se acabó la rabia, y lo que es mejor, NADIE dice nada.
Esto solo pasa en este país. Esto se lo cuentas a cualquiera que no viva aquí y te llama mentiroso. La gente que lee la prensa allende los pirineos flipa en colores con los acontecimientos nacionales, propios de otra época, o, como decían en su día ciertas mentes, de países bananeros. Y mientras, los ciudadanos tirándonos de los pelos por los casos de corrupción, cada vez más acostumbrados a ellos, pues ya son el pan nuestro de cada día. Algunos miran para otro lado, otros piensan que, para que lo haga el contrario, mejor ellos; otros se repiten a sí mismos que, como ellos no les votaron, no consiguieron engañarles, como si eso aplacara la realidad. Lo peor es que, todos y cada uno (o casi todos) lloramos desconsolados, como santos a punto de perder la fe. Hace más de un año estábamos desesperados por la situación que teníamos en ese momento. Con el cambio de dirigentes se pensaban algunos que ya habíamos tocado fondo, para luego, con lágrimas en los ojos descubrir que no era así. Con ese partido tan serio, que ya nos sacó de otra no hace mucho, vendiendo todo lo vendible y liberalizando todo lo liberalizable, claro, algo que nos ha traído hasta aquí. Ese partido que daría ejemplo ante los ciudadanos de mano dura contra los corruptos, creando comisiones de investigación internas invisibles, inservibles o inexistentes que no ha tenido efecto, es más, si pasas a la sede, en Génova street, en lugar de encontrarte salvadores verás más políticos, de los que tienen labia y no se cansan de criticar al contrario, y notarás cierto olor a azufre…
La Sra? Presidenta regional intenta quitarnos las urgencias médicas, por no vivir en grandes urbes, eso no es igualdad. La Generalitat Valenciana piensa hacerse cargo del Valencia C. F., a la vez que oferta a los profesores públicos cursos sobre apariciones de la virgen (¿Qué fumará esta gente?), en Madrid le van a dar todas las facilidades al Yanqui de Eurovegas, cambiando leyes para que se adapten a los caprichos de este sr?. La sanidad y la educación pública poco a poco se la van repartiendo entre ellos. La justicia por las nubes y, como ya he dicho, arrestada. El gobierno nacional agradece encarecidamente a los estafadores, a aquellos que no han declarado sus ingresos durante años, concediéndoles que paguen un 10% en lugar del 15% que pagamos todo hijo de vecino, y al final, después de hacer las cuentas resulta que solo han pagado el 3 0 4 %, pero no pasa nada, son ellos, y se han hecho una ley de amnistía fiscal, perdón, “medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas” (hay que joderse, que fiera el tío!), a su medida, para seguir siendo lo que son y estando donde están. Que el de abajo se ahoga?, le pisamos el cuello para ahorrarle la agonía, y si no que no hubiera nacido.
Los ciudadanos estamos desesperados, antes teníamos confianza en los políticos, para que, desde sus cargos y ejerciendo sus responsabilidades nos gestionaran con soluciones a nuestros problemas, después vimos que primero se procuraban sus propias soluciones y luego nos miraban con lástima, o sin ella, ahora ni nos miran, pero sí se siguen procurando sus soluciones para ellos. No sé hasta cuándo vamos a seguir con esta situación, no sé qué límite tiene la ciudadanía. Pero algo se está moviendo dentro de cada uno de nosotros, con rabia, el asombro se quedó atrás. Esperemos que cuando todo esto explote no se derrame más que las responsabilidades, esperemos que nos dejen gobernar al pueblo, como en Islandia, sin intermediarios interesados. Porque de lo contrario aquí se va a montar la de Dios.
Señores políticos, váyanse a la mierda, y todo aquel que peque de corrupto que ponga las barbas a remojar. Y no es una amenaza, es una advertencia.