El 18 de febrero de 1952 murió, en Madrid, Enrique Jardiel Poncela, escritor y dramaturgo español nacido en Madrid el 15 de octubre de 1901. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época. Esto le supuso ser atacado por una gran parte de la crítica de su tiempo, ya que su humor hería los sentimientos más sensibles y abría un abanico de posibilidades cómicas que no siempre eran bien entendidas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado además numerosas películas basadas en ellas. Murió de cáncer, arruinado y en gran medida olvidado, a los 50 años.
A comienzos de los años veinte la actividad creadora le acompaña y escribe numerosas obras de teatro. En estos años conoce a José López Rubio, colaborando ambos literariamente, y a Ramón Gómez de la Serna, que ejerce una gran influencia sobre él en lo personal y en lo literario.
A partir de 1923 abandona el periodismo, aunque mantiene su colaboración con la revista Buen Humor, para dedicarse por entero a la literatura, publicando dos novelas cortas, El hombre a quien amó Alejandra y El infierno. Se dedica también al teatro, siguiendo sus colaboraciones con Serafín Adame y otros autores. Asiste a la tertulia recién estrenada por Ramón Gómez de la Serna en el viejo café de la calle carretas: Café Pombo (La sagrada cripta del Pombo). Enrique es uno de los contertulios más jóvenes, y es por esta época cuando firma algunos de sus artículos como: «Jardiel, alférez de Castilla».
Escribe en el viejo Café Universal, se traslada a las mesas de mármol de otros cafés madrileños de la época: Café Europeo (glorieta de Bilbao y Carranza), la Granja de Henar, Café de las Salesas, Café Castilla, etc. Finalmente, tras trabajar en diversos cafés, en 1929 publica con éxito la que será su primera novela: Amor se escribe sin hache. Pretende con su publicación combatir, con cierto humor, al propio género de novelas de amor. Al año siguiente, sale la segunda novela: ¡Espérame en Siberia, vida mía! Elaborada en el periodo que va desde el uno de abril hasta el veinte de julio. Este mismo año 1930, su obra teatral El cadáver del señor García es un rotundo fracaso. En 1931 publica una nueva novela, Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, que tiene bastante éxito.
En 1932 se estrena en Valencia su comedia Usted tiene ojos de mujer fatal y publica su cuarta y última novela, La tournée de Dios. Se traslada a Hollywood contratado por la Fox para trabajar en la versión en castellano de algunas películas de la productora. Regresa de Estados Unidos en marzo de 1933 y estrena en Madrid Usted tiene ojos de mujer fatal. Escribe el guion para la película Se ha fugado un preso, dirigida por Benito Perojo. En septiembre viaja a París, también por encargo de la Fox, a los estudios Billancourt.
En 1934 se publica el primer tomo de su obra teatral, Tres comedias con un solo ensayo, y estrena Angelina o el honor de un brigadier, que más tarde sería titulada Angelina o un drama en 1880. En julio viaja a Hollywood, donde permanecerá hasta marzo del año siguiente; durante esta estancia rueda una versión cinematográfica de Angelina o el honor de un brigadier. Este mismo año conoce a la actriz Carmen Sánchez Labajos, que será su compañera hasta la muerte de Jardiel.
A comienzos de los años veinte la actividad creadora le acompaña y escribe numerosas obras de teatro. En estos años conoce a José López Rubio, colaborando ambos literariamente, y a Ramón Gómez de la Serna, que ejerce una gran influencia sobre él en lo personal y en lo literario.
A partir de 1923 abandona el periodismo, aunque mantiene su colaboración con la revista Buen Humor, para dedicarse por entero a la literatura, publicando dos novelas cortas, El hombre a quien amó Alejandra y El infierno. Se dedica también al teatro, siguiendo sus colaboraciones con Serafín Adame y otros autores. Asiste a la tertulia recién estrenada por Ramón Gómez de la Serna en el viejo café de la calle carretas: Café Pombo (La sagrada cripta del Pombo). Enrique es uno de los contertulios más jóvenes, y es por esta época cuando firma algunos de sus artículos como: «Jardiel, alférez de Castilla».
Escribe en el viejo Café Universal, se traslada a las mesas de mármol de otros cafés madrileños de la época: Café Europeo (glorieta de Bilbao y Carranza), la Granja de Henar, Café de las Salesas, Café Castilla, etc. Finalmente, tras trabajar en diversos cafés, en 1929 publica con éxito la que será su primera novela: Amor se escribe sin hache. Pretende con su publicación combatir, con cierto humor, al propio género de novelas de amor. Al año siguiente, sale la segunda novela: ¡Espérame en Siberia, vida mía! Elaborada en el periodo que va desde el uno de abril hasta el veinte de julio. Este mismo año 1930, su obra teatral El cadáver del señor García es un rotundo fracaso. En 1931 publica una nueva novela, Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, que tiene bastante éxito.
En 1932 se estrena en Valencia su comedia Usted tiene ojos de mujer fatal y publica su cuarta y última novela, La tournée de Dios. Se traslada a Hollywood contratado por la Fox para trabajar en la versión en castellano de algunas películas de la productora. Regresa de Estados Unidos en marzo de 1933 y estrena en Madrid Usted tiene ojos de mujer fatal. Escribe el guion para la película Se ha fugado un preso, dirigida por Benito Perojo. En septiembre viaja a París, también por encargo de la Fox, a los estudios Billancourt.
En 1934 se publica el primer tomo de su obra teatral, Tres comedias con un solo ensayo, y estrena Angelina o el honor de un brigadier, que más tarde sería titulada Angelina o un drama en 1880. En julio viaja a Hollywood, donde permanecerá hasta marzo del año siguiente; durante esta estancia rueda una versión cinematográfica de Angelina o el honor de un brigadier. Este mismo año conoce a la actriz Carmen Sánchez Labajos, que será su compañera hasta la muerte de Jardiel.