Nacido en Bruselas (Bélgica), el 5 de junio de 1181, o en 1182, Bonifacio, enseñó teología en la Universidad de París de 1222 a 1229, por lo cual podemos saber que él se licenció en la misma disciplina. Como consecuencia de la huelga realizada por sus alumnos, que protestaron porque algunos de ellos habían sido asesinados por la policía, Bonifacio abandonó París y se fue a Colonia donde siguió dando clases de teología.
El 11 de marzo de 1231 fue nombrado obispo de Lausana. El entusiasmo puesto por él en la renovación de las costumbres de los fieles y el clero, pero, especialmente, la fortaleza con que defendió los derechos de la Iglesia le valieron ser el objetivo del odio de algunos poderosos. Entre ellos el del emperador del Sacro Imperio Romano Federico II Hohenstaufen, que mandó soldados a Lausana con la orden de matarlo, pero, herido, se salvó milagrosamente.
Considerando, que ya no podía obtener... frutos de su trabajo, el 15 de julio de 1239 renunció a la diócesis y se retiró a la Abadía de Chambre, cerca de Bruselas, haciendo las labores de capellán en el monasterio de monjas cistercienses y colaboró con el obispo Robert de Thorote en la administración de la gran diócesis de Lieja. Pese a que su estilo de vida era monástico Bonifacio no vistió nunca el hábito cisterciense. En 1245 es uno de los elegidos para formar parte del Concilio de Lione.
El 19 de febrero de 1260 murió en la Abadía de La Cambre, Bruselas, Bélgica.
Fue canonizado en el año 1702 por el Papa Clemente XI, que confirmó su culto para la Orden cisterciense en todo el mundo.
Sus reliquias que permanecían en Bruselas fueron transportadas a Chambre en 1935.
El 11 de marzo de 1231 fue nombrado obispo de Lausana. El entusiasmo puesto por él en la renovación de las costumbres de los fieles y el clero, pero, especialmente, la fortaleza con que defendió los derechos de la Iglesia le valieron ser el objetivo del odio de algunos poderosos. Entre ellos el del emperador del Sacro Imperio Romano Federico II Hohenstaufen, que mandó soldados a Lausana con la orden de matarlo, pero, herido, se salvó milagrosamente.
Considerando, que ya no podía obtener... frutos de su trabajo, el 15 de julio de 1239 renunció a la diócesis y se retiró a la Abadía de Chambre, cerca de Bruselas, haciendo las labores de capellán en el monasterio de monjas cistercienses y colaboró con el obispo Robert de Thorote en la administración de la gran diócesis de Lieja. Pese a que su estilo de vida era monástico Bonifacio no vistió nunca el hábito cisterciense. En 1245 es uno de los elegidos para formar parte del Concilio de Lione.
El 19 de febrero de 1260 murió en la Abadía de La Cambre, Bruselas, Bélgica.
Fue canonizado en el año 1702 por el Papa Clemente XI, que confirmó su culto para la Orden cisterciense en todo el mundo.
Sus reliquias que permanecían en Bruselas fueron transportadas a Chambre en 1935.