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OCAÑA: El Papa agradeció de todo corazón «el amor y el trabajo»...

El Papa agradeció de todo corazón «el amor y el trabajo» de todos los que le han ayudado en su tarea y, en otro gesto de grandeza, pidió «perdón por todos mis defectos». Sus últimas palabras fueron para confiar la Iglesia «al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo» y suplicar «a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice». A partir del uno de marzo, concluyó, «quisiera servir de todo corazón a la santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria».

En sus palabras de respuesta, el decano del Colegio Cardenalicio agradeció «estos ocho años luminosos de Pontificado» en continuidad con «los 265 predecesores en la catedra de Pedro». Ángelo Sodano aseguró que «de aquí al 28 de febrero tendremos oportunidad de expresarle mejor nuestros sentimientos, igual que lo harán tantos pastores, fieles y autoridades».

El cardenal decano dejó claro que «seguiremos escuchando su voz el miércoles en la jornada de la Ceniza, el jueves en el encuentro con el clero de Roma, en el Ángelus de los domingos, las audiencias de los miércoles…». Sodano se despidió afirmando que «las estrellas del cielo continúan siempre brillando, y así brillará entre nosotros la estrella de su Pontificado».

Un nuevo Papa para Semana Santa
Aunque recortará las audiencias privadas, Benedicto XVI mantendrá su agenda pública, bastante limitada este mes ya que el Papa y los cardenales realizaran ejercicios espirituales del 17 al 24 de febrero. Será un momento excelente para que todos puedan reflexionar sobre el futuro. El programa de Benedicto XVI para marzo estaba extrañamente vacío hasta el Domingo de Ramos 24 de marzo. Ahora se entiende el porqué. Las ceremonias de la Semana Santa estarán ya a cargo del próximo Papa.

Lombardi asegura que no se ha producido ninguna enfermedad ni empeoramiento en la salud del PapaEn un encuentro con los periodistas, convocados a la carrera en el Vaticano, el padre Federico Lombardi subrayó que la renuncia del Papa había sido hecha con todos los requisitos de libertad y de publicidad del canon 332 del Código de Derecho Canónico, promulgado por Juan Pablo II, por lo que no requiere la aprobación de nadie, según se indica en su párrafo segundo.
El portavoz del Vaticano confirmó que no se ha producido ninguna enfermedad ni empeoramiento en la salud del Papa, aparte de la progresiva pérdida de vigor, propia del envejecimiento. Benedicto XVI no está cansado ni deprimido, simplemente constata las limitaciones de tener 85 años de edad en una época en que la Iglesia necesita respuestas rápidas a cada problema.

Cuando vuelva a ser simple cardenal, tendrá toda la libertad de movimiento y de expresión desde su residencia en el Vaticano, pero no hará ninguna sombra a su sucesor. No habrá dos Papas, uno en el cargo y otro «emérito», sino sólo uno. En ese sentido, la tranquilidad es absoluta.

Ya lo adelantó en «Luz del Mundo»
Lombardi subrayó que el momento del anuncio ha sido una sorpresa, pero no en cambio la intención de llegar a la renuncia, pues Benedicto XVI lo adelantó claramente en el libro «Luz del Mundo», la larga entrevista con Peter Seewald realizada en Castel Gandolfo en el verano del 2010. El Santo Padre dijo que un Papa no debe dimitir en tiempos de dificultad, como eran aquellos debido al problema de los abusos sexuales. Pero, en cambio, «se puede renunciar en un momento sereno o cuando ya no se pueda más».

No solamente eso, según Benedicto XVI, si el Papa constata que no puede cumplir con todas sus obligaciones, «tiene el derecho y, en ciertas circunstancia, también el deber de renunciar». Benedicto XVI ha reflexionado serenamente y ha decidido con libertad. Una libertad que deja, en herencia, a todos sus sucesores que consideren llegado el momento de tomar una decisión similar.