El hermano del Papa, Georg Ratzinger, podría estar involucrado en supuestos abusos sexuales a menores por parte de los curas en al menos tres centros de educación en la diócesis de Bavaria, según han descubierto recientes confesiones y acusaciones.
Ratzinger, hermano mayor de Benedicto XVI, impartió clases durante más de 30 años en el colegio masculino Regensburger Domspatzen, una de las tres escuelas implicadas en el escándalo que ahora afecta a Alemania y Holanda.
Varios estudiantes de ellos han asegurado que el sistema educativo de estos centros católicos se basaba en un equilibrio entre "sádicos castigos" y "lujuria sexual", unas prácticas que es "inexplicable" que el hermano del Papa no conociese.
Y es que para acallar las acusaciones de secretismo dentro de la curia, el implicado, según recoge el diario The Independent, se habría mostrado dispuesto a declarar a pesar de estar seguro, ha dicho, de que no han existido ningún tipo de abusos sexuales por parte de los clérigos hacia los niños.
Sí malos tratos, no abusos sexuales
Monseñor Ratzinger ha asegurado que sí había un clima de "disciplina y rigor", pero nunca abusos sexuales. Ell hermano mayor del Papa Benedicto XVI, ha pedido sin embargo perdón a los ex cantores del Coro de Ratisbona por las palizas y abusos sexuales que algunos de ellos sufrieron en el pasado, según declara en una entrevista al diario alemán Passauer Neue Presse.
Ratzinger, que dirigió el Coro entre los años 1964 y 1994, explicó que algunos de los alumnos le habían explicado "lo que sucedía en el internado", revelándole que el rector les pegaba, a veces sin razón. Él mismo había llegado a dar alguna bofetada a los cantores durante los ensayos, aunque admite que se sintió aliviado cuando el castigo corporal fue prohibido por ley en 1980.
No obstante, Georg Ratzinger ha asegurado que "nunca se había hablado de abusos sexuales" y que, por lo tanto, no estaba al corriente de estos hechos, que la semana pasada, en cambio, sí fueron admitidos por el obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig Müller.
El escándalo se extiende a Holanda
La Iglesia católica vuelve a estar en el ojo del huracán. Tras el escándalo en Irlanda, más de 200 personas en toda Holanda han reconocido en tan sólo 4 días que sufrieron abusos cuando eran niños por parte de los curas.
Por su parte, la Santa Sede ha asegurado que se está tomando "muy en serio" este tema, que estará en el centro de la reunión que el Papa mantendrá este viernes con el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch.
Ratzinger, hermano mayor de Benedicto XVI, impartió clases durante más de 30 años en el colegio masculino Regensburger Domspatzen, una de las tres escuelas implicadas en el escándalo que ahora afecta a Alemania y Holanda.
Varios estudiantes de ellos han asegurado que el sistema educativo de estos centros católicos se basaba en un equilibrio entre "sádicos castigos" y "lujuria sexual", unas prácticas que es "inexplicable" que el hermano del Papa no conociese.
Y es que para acallar las acusaciones de secretismo dentro de la curia, el implicado, según recoge el diario The Independent, se habría mostrado dispuesto a declarar a pesar de estar seguro, ha dicho, de que no han existido ningún tipo de abusos sexuales por parte de los clérigos hacia los niños.
Sí malos tratos, no abusos sexuales
Monseñor Ratzinger ha asegurado que sí había un clima de "disciplina y rigor", pero nunca abusos sexuales. Ell hermano mayor del Papa Benedicto XVI, ha pedido sin embargo perdón a los ex cantores del Coro de Ratisbona por las palizas y abusos sexuales que algunos de ellos sufrieron en el pasado, según declara en una entrevista al diario alemán Passauer Neue Presse.
Ratzinger, que dirigió el Coro entre los años 1964 y 1994, explicó que algunos de los alumnos le habían explicado "lo que sucedía en el internado", revelándole que el rector les pegaba, a veces sin razón. Él mismo había llegado a dar alguna bofetada a los cantores durante los ensayos, aunque admite que se sintió aliviado cuando el castigo corporal fue prohibido por ley en 1980.
No obstante, Georg Ratzinger ha asegurado que "nunca se había hablado de abusos sexuales" y que, por lo tanto, no estaba al corriente de estos hechos, que la semana pasada, en cambio, sí fueron admitidos por el obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig Müller.
El escándalo se extiende a Holanda
La Iglesia católica vuelve a estar en el ojo del huracán. Tras el escándalo en Irlanda, más de 200 personas en toda Holanda han reconocido en tan sólo 4 días que sufrieron abusos cuando eran niños por parte de los curas.
Por su parte, la Santa Sede ha asegurado que se está tomando "muy en serio" este tema, que estará en el centro de la reunión que el Papa mantendrá este viernes con el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch.